Más de la mitad del litio del mundo está en Argentina, Bolivia y Chile, un triángulo que ha despertado el interés de gobiernos e inversores por entrar a esos mercados. Países como China y Estados Unidos no quieren perderse la oportunidad de contar con un metal clave para fabricar las baterías que utilizan los autos eléctricos, un mercado en expansión al que están entrando cada vez más jugadores.
"Las principales potencias están luchando por conseguir los minerales necesarios para la transición energética y América Latina es un campo de batalla principal", dice a BBC Mundo Benjamin Gedan, director del Programa América Latina del centro de estudios Wilson Center. "Estados Unidos llegó tarde a la fiesta y Washington claramente está ansioso por la ventaja inicial de China".
Las compañías chinas llevan años buscando sitios para abastecerse del llamado oro blanco en distintas partes del mundo, especialmente en América Latina, donde están las mayores reservas del mundo del metal. Bolivia lidera la lista con unas reservas conocidas estimadas en 21 millones de toneladas, seguido por Argentina (19,3 millones) y Chile (9,6 millones), según el Servicio Geológico de EE.UU.
Y México, aunque solo tiene 1,7 millones de toneladas (situándose en el noveno lugar de la lista), se ha vuelto un jugador relevante en Norteamérica, no solo por su cercanía geográfica con Estados Unidos y Canadá, sino porque se está convirtiendo en un centro de producción de automóviles eléctricos (especialmente tras el reciente anuncio de gigantes que instalarán fábricas en su territorio, como Tesla y BMW).
Así como Estados Unidos y otros países están embarcados en su plan para recuperar parte de su independencia energética, China también se ha venido preparando desde hace varios años con la mira puesta en los minerales más apetecidos por el comercio global, entre ellos el litio. "China tiene un alto grado de dependencia extranjera de algunos recursos minerales importantes, y una vez que cambie la situación internacional, ciertamente afectará la seguridad económica o incluso la seguridad nacional", dijo el ministro de Recursos Naturales, Wang Guanghua, a comienzos de enero en una entrevista con la agencia estatal de noticias Xinhua.
El gobierno ha incluido 24 minerales estratégicos en su Plan Nacional de Recursos Minerales publicado en 2016. “Con el litio, América Latina está en riesgo de repetir la película del extractivismo de sus minerales a cambio de unas pocas monedas”.
Entre ellos, hay metales como hierro, cobre, aluminio, oro, níquel, cobalto, litio y tierras raras, además de los tradicionales recursos energéticos como el petróleo, el gas natural, el gas de esquisto y el carbón.
El plan señala que los minerales son clave para "salvaguardar la seguridad económica nacional, la seguridad de la defensa nacional y el desarrollo de industrias emergentes estratégicas".
Mientras las empresas chinas avanzan en Sudamérica con gigantescas inversiones mineras, los países del triángulo pretenden aprovechar la tecnología y el capital de las empresas chinas con el objetivo de promover el desarrollo industrial local. Solo en los tres primeros meses de este año, compañías chinas han cerrado ambiciosos acuerdos para invertir en Bolivia, Argentina y Chile.
En Bolivia, las firmas chinas, CATL, BRUNP y CMOC, comprometieron cerca de US$1.000 millones en proyectos de litio en los departamentos de Potosí y Oruro, según el centro de estudios Atlantic Council.
En Argentina, la empresa Chery Automobile invertirá unos US$400 millones en la construcción de una planta para fabricar vehículos eléctricos, posiblemente en Rosario. Y en Chile, Tsingshan Holding Group, Ruipu Energy, Battero Tech, y FoxESS se comprometieron a invertir un parque industrial de litio en la ciudad de Antofagasta, por un monto aún desconocido. La relación comercial entre Argentina y China se ha vuelto cada vez más estrecha en la minería del litio, con el anuncio de al menos nueve proyectos de inversión solo en 2022 en las zonas de Salta, Catamarca, y Jujuy.
Minerales como litio, cobalto y tierras raras, utilizados en muchos productos, que van desde computadoras hasta electrodomésticos, y que son insumos clave para producir tecnologías como baterías y vehículos eléctricos, turbinas eólicas o paneles solares.
A medida que parte del mundo intenta avanzar en la transición hacia energías menos contaminantes, la demanda global por estos minerales críticos "se disparará entre un 400% y un 600% durante las próximas décadas", y para minerales como el litio y el grafito "la demanda aumentará aún más, hasta un 4.000%".
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