
Muchas empresas se enfrentan al reto de construir una estrategia de marca desde cero y otras deben reflexionar sobre la ya existente porque son conscientes de que se ha ido construyendo sin tener en cuenta el propósito y de su importancia.
En ambos casos, para que una marca se materialice como resultado en algo visual, defina el contenido que quiere transmitir y su comunicación, debe haber trabajado en un proceso previo de descubrimiento y definición de las bases, es decir, del propósito.
El círculo dorado de Simon Sinek
Simon Sinek, un gurú del branding, nos trae esta metodología que nos ayuda a saber cómo inspirar y llevar un mensaje a los demás.

El círculo dorado es un proceso en tres fases representadas en anillos concéntricos con preguntas clave en cada uno de ellos.
Durante muchos años las compañías y sus marcas se han creado y relacionado con sus clientes transmitiendo los mensajes desde fuera del círculo, explicando primero qué ofrecen y después cómo lo ofrecen, sin importar nada más. Pero, ¿el planteamiento no debería ser al contrario? Es decir, los productos o servicios que vendo, ¿no deberían ser el resultado o la consecuencia de mi propósito de marca, así como mis acciones de marketing y la manera de comunicar? ¿Te imaginas que se construyeran empresas y marcas desde el propósito y, en base a este, se crearan sus productos y acciones?
Estas son las marcas que importan a la gente y tienen un mayor recorrido a largo plazo.
El propósito no es solo lo que escribes, sino lo que haces. Empieza por preguntarte "¿por qué existo?". Responder a esta pregunta es definir el propósito de la marca. El propósito de una compañía o una marca no es ganar dinero, eso es el resultado. Es conocer qué motiva a la marca a vender lo que vende, el sentido de su existencia y la trascendencia que quiere lograr.
Para una marca ya constituida con cierto histórico, con productos en el mercado funcionando pero sin tener claro el propósito puede resultar más complicado descubrirlo, pero siempre hay un motivo por el que la empresa nació, por el que sus fundadores arriesgaron, por el que sus trabajadores trabajan y los clientes compran sus productos.
Segundo paso, pregúntate "¿cómo lo ofrezco?".
Es la manera en la que vendo mis productos y servicios, es decir, mi propuesta de valor, lo que nos hace especiales y diferentes al resto. Por ejemplo, diseño único, sencillo de utilizar, materiales que empleo, etc.
Por último, "¿qué ofrezco?". Se trata de pensar en los productos o servicios que ofrece el negocio, con detalle de sus características y beneficios. Por ejemplo, zapatillas, estancias en un hotel, software para empresas etc.
Dando respuesta a estas preguntas, las marcas tienen las bases para poder construir su narrativa y actuar en consecuencia.
Ejemplos de marcas que construyen y comunican desde el porqué:
Todas tienen en común que comunican desde dentro hacia fuera y todo lo que hacen respira el propósito ->
Nike: “Brindar inspiración e innovación a cada atleta del mundo. Si tienes un cuerpo, eres un atleta”.
Google: “Organizar la información y lograr que sea útil y accesible para todo el mundo” / Starbucks: “Inspirar y nutrir el espíritu humano: Una persona, una taza y una comunidad a la vez”.
Walmart: “Ahorrar dinero a la gente para que así puedan vivir mejor”.
Unilever: “Los más altos estándares de comportamiento corporativo hacia todas las personas con las que trabajamos, las comunidades que tocamos y el entorno en el que tenemos impacto”.
Las empresas necesitan existir por un propósito y este debe ser útil para los demás.
las personas no compran lo que las empresas hacen sino el por qué lo hacen.
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